Luis Montero
El pintor Luis Montero nació en Piura el 8 de Octubre de 1826. Sus padres fueron don Francisco Montero y doña Maria Cáceres.
En 1843, concurre durante un semestre a la Academia de Dibujo y Pintura de Lima dirigida por Ignacio Merino; la falta de dinero hace que se dedique al comercio, fue dependiente de una tienda de esta ciudad y en 1847 dirigía un negocio en Ica. El retrato que hizo en miniatura del Presidente Ramón Castilla decidió el otorgamiento de una beca a Italia en 1848; va a Livornio donde es protegido por el Conde Ceppi quien lo conduce a Florencia, ingresando a la Academia de Bellas Artes de esa ciudad, donde permaneció casi tres años. Fue discípulo de Guiseppe Bezzuoli y de Servolini.
Luis Montero, se trasladó al Callao a principios de 1869, para pintar en el puerto la histórica batalla del 2 de mayo de 1866. En la misma época fue atacado por la fiebre amarilla, que lo postró irremisiblemente, falleciendo el 23 de marzo de 1869; sus restos fueron llevados a Lima para ser velados. Ya en su agonía, recibió la medalla del Congreso que premiaba su talento artístico.
En 1843, concurre durante un semestre a la Academia de Dibujo y Pintura de Lima dirigida por Ignacio Merino; la falta de dinero hace que se dedique al comercio, fue dependiente de una tienda de esta ciudad y en 1847 dirigía un negocio en Ica. El retrato que hizo en miniatura del Presidente Ramón Castilla decidió el otorgamiento de una beca a Italia en 1848; va a Livornio donde es protegido por el Conde Ceppi quien lo conduce a Florencia, ingresando a la Academia de Bellas Artes de esa ciudad, donde permaneció casi tres años. Fue discípulo de Guiseppe Bezzuoli y de Servolini.
Luis Montero, se trasladó al Callao a principios de 1869, para pintar en el puerto la histórica batalla del 2 de mayo de 1866. En la misma época fue atacado por la fiebre amarilla, que lo postró irremisiblemente, falleciendo el 23 de marzo de 1869; sus restos fueron llevados a Lima para ser velados. Ya en su agonía, recibió la medalla del Congreso que premiaba su talento artístico.
Sus obras más conocidas Los Funerales de Atahualpa y el lienzo La Libertad, fueron exhibidos en la Exposición Nacional-Industrial de julio de 1872, inaugurando el Palacio de la Exposición de Lima, permaneciendo allí hasta 1879 cuando fueron incautados como botín de guerra por Chile. Ambas obras fueron llevadas a Santiago de Chile. Años más tarde, se pudo recuperar Los Funerales de Atahualpa gracias a la gestión personal del tradicionalista Don Ricardo Palma Soriano ante el Presidente chileno. La pintura 'La Libertad' está considerada como una de sus obras importantes, también realizada por encargo del Gobierno, representa una alegoría de un indígena con cadenas fracturadas. Fue recuperada, años más tarde por un mecenas del arte
La famosa pintura llamada "Los Funerales de Atahualpa", donde exhibe muchos atributos del estilo que en su libro "Vision, Race, and Modernity" llama "Inca Operatic." (Esto significa que los artistas no mostraban la raza de los indios por efectos exteriores como el color de la piel, rasgos étnicos, vestiduras indígenas, o haciendo costumbres nativas.
La pintura está dividida en dos partes iguales. La izquierda exhibe el estilo romántico, con mucha emoción, movimiento, y con figuras arremolinadas. Este lado tiene todos los indígenas, con la excepción notable de Atahualpa. Pero también, este lado tiene aspectos del estilo clásico. Aunque las mujeres son indias, aparecen como mujeres italianas vestidas con túnicas, con la piel blanca, y el rostro con rasgos europeos. Es significativo que la única persona que no aparece europeo es Atahualpa. El es moreno con un rostro indio y ropa Inca. Tiene el tocado tradicional de los reyes Incas, con la pluma y borla roja.
Ignacio Merino
El más grande de los pintores de América, Ignacio Merino, vio la luz en la ciudad de Piura, el 30 de enero de 1817; fue un pintor peruano que gozó de gran prestigio internacional, al punto que sus pinturas inspiraron al famoso escritor francés Julio Verne a escribir unos de sus primeros relatos, Martín Paz, una fantasía que fue publicada en la revista ilustrada El museo de las Familias.
Fueron sus padres el Juez Real, Subdelegado y Comandante Militar del Partido de Piura, don José Clemente Merino y doña Micaela María Muñoz, ambos pertenecientes a linajudas familias oriundas de Trujillo.
Por sus venas corría sangre de Santa Teresa de Jesús, la mística española, cuya influencia se advierte a través de su obra en la preferencia que dio el artista a los temas religiosos. A los diez años fue enviado por sus padres a París para que cursara sus estudios alcanzando el grado de Bachiller en una de las universidades parisinas, pero abandonó los estudios atraído por su irresistible vocación artística.
Estudió con los célebres maestros franceses Dela-roche, Monuosin, Delacroix, identificándose especialmente con el primero, con quien se le parangona y de quien tomó, seguramente, su afición por los temas históricos. Arrastrado por la cultura europea se alejó de los temas históricos de nuestra Patria, a los que, tan sólo aportó una obra: Entrada del General Orbegozo a Lima. Gustó, en cambio, de captar tipos y costumbres pintorescas de Lima.
Fue sub-director y luego Director de la Academia de Dibujo y Pintura que fundara el Virrey Abascal, desde donde ejerció gran influencia en la formación de otros prominentes pintores, tales como: Luis Montero, Francisco Masías, Francisco Arrese, todos piuranos y sobre todo el tacneño Lazo.
Por la década del 40 produce obras de gran inspiración, entre ellas: Santa Rosa de Lima, Fray Martín de Porras (se conserva en la Catedral), Lima por dentro y por fuera, Jarana de Amancaes, Limeños en el portal.
En 1850, retorna a Europa y obtiene sus mayores triunfos, entre ellos, la Tercera Medalla de Honor en la Exposición de Bellas Artes de París con su cuadro "Colón ante los sabios de Salamanca", obra que se conserva en Lima, pues fue comprada por el gobierno del presidente Balta.
Producto de este período fue también "Aparición del Arcángel en casa de Tobías" , obra en la cual se advierte la maestría en el manejo del color y la luz, aspectos en que es superior a sus maestros y único en América. El 17 de marzo de 1876 muere, en París, a los 59 años, aumentando el número de los hombres que se han inmortalizado por haber regalado al mundo obras pictóricas.
Fueron sus padres el Juez Real, Subdelegado y Comandante Militar del Partido de Piura, don José Clemente Merino y doña Micaela María Muñoz, ambos pertenecientes a linajudas familias oriundas de Trujillo.
Por sus venas corría sangre de Santa Teresa de Jesús, la mística española, cuya influencia se advierte a través de su obra en la preferencia que dio el artista a los temas religiosos. A los diez años fue enviado por sus padres a París para que cursara sus estudios alcanzando el grado de Bachiller en una de las universidades parisinas, pero abandonó los estudios atraído por su irresistible vocación artística.
Estudió con los célebres maestros franceses Dela-roche, Monuosin, Delacroix, identificándose especialmente con el primero, con quien se le parangona y de quien tomó, seguramente, su afición por los temas históricos. Arrastrado por la cultura europea se alejó de los temas históricos de nuestra Patria, a los que, tan sólo aportó una obra: Entrada del General Orbegozo a Lima. Gustó, en cambio, de captar tipos y costumbres pintorescas de Lima.
Fue sub-director y luego Director de la Academia de Dibujo y Pintura que fundara el Virrey Abascal, desde donde ejerció gran influencia en la formación de otros prominentes pintores, tales como: Luis Montero, Francisco Masías, Francisco Arrese, todos piuranos y sobre todo el tacneño Lazo.
Por la década del 40 produce obras de gran inspiración, entre ellas: Santa Rosa de Lima, Fray Martín de Porras (se conserva en la Catedral), Lima por dentro y por fuera, Jarana de Amancaes, Limeños en el portal.
En 1850, retorna a Europa y obtiene sus mayores triunfos, entre ellos, la Tercera Medalla de Honor en la Exposición de Bellas Artes de París con su cuadro "Colón ante los sabios de Salamanca", obra que se conserva en Lima, pues fue comprada por el gobierno del presidente Balta.
Producto de este período fue también "Aparición del Arcángel en casa de Tobías" , obra en la cual se advierte la maestría en el manejo del color y la luz, aspectos en que es superior a sus maestros y único en América. El 17 de marzo de 1876 muere, en París, a los 59 años, aumentando el número de los hombres que se han inmortalizado por haber regalado al mundo obras pictóricas.
Francisco Laso
Francisco Laso, uno de los más importantes pintores peruanos del siglo XIX, nació en Tacna el 8 de mayo de 1823. Pasó su infancia en Arequipa y luego se trasladó a Lima, donde, abandonando los estudios de Derecho, se inscribió en la academia de dibujo de la Biblioteca Nacional que dirigía el quiteño Javier Cortés.
Laso arriba a París en 1843 y empieza practicar en el taller del pintor suizo Charles Gleyre, maestro, años después, de los grandes impresionistas Claude Monet, Auguste Renoir y Alfred Sisley. Luego de seis años, retorna al Perú y abre un estudio en Lima.A pesar de su bien ganado prestigio de retratista, su interés por los temas peruanos lo lleva a viajar por el interior del país y a pintar, en un estilo sencillo y plástico, con gran dominio del claroscuro y los colores naturales, cuadros con temas indígenas, como La pascana, Indio alfarero, cuadro también llamado Habitante de la cordillera.
A su regreso, en 1855, pinta retratos y los cuadros de los cuatro evangelistas de la catedral de Arequipa e incursiona en el periodismo. En París había escrito el folleto Aguinaldo para las señoras del Perú, donde hacía crítica de costumbres, lo que le granjea algunas enemistades. Después de su matrimonio con Manuela Enríquez, viaja una vez más a Europa y al retornar, en 1866, participa en el combate del 2 de Mayo y al año siguiente es elegido diputado al congreso constituyente.Muere el 14 de mayo de 1869 en el pueblo de San Mateo, cuando se dirigía a la sierra, quizás a causa de la fiebre amarilla que había adquirido mientras colaboraba con la Cruz Roja en la campaña de erradicación de esta enfermedad.Francisco Laso es considerado un precursor del indigenismo, corriente que se desarrollará recién cincuenta años después de su muerte.Otras de sus obras destacadas son el Retrato de Doña Manuela Enríquez de Laso, Caballero español, La lavandera, Santa Rosa de Lima y Retrato de un desconocido.
Laso arriba a París en 1843 y empieza practicar en el taller del pintor suizo Charles Gleyre, maestro, años después, de los grandes impresionistas Claude Monet, Auguste Renoir y Alfred Sisley. Luego de seis años, retorna al Perú y abre un estudio en Lima.A pesar de su bien ganado prestigio de retratista, su interés por los temas peruanos lo lleva a viajar por el interior del país y a pintar, en un estilo sencillo y plástico, con gran dominio del claroscuro y los colores naturales, cuadros con temas indígenas, como La pascana, Indio alfarero, cuadro también llamado Habitante de la cordillera.
A su regreso, en 1855, pinta retratos y los cuadros de los cuatro evangelistas de la catedral de Arequipa e incursiona en el periodismo. En París había escrito el folleto Aguinaldo para las señoras del Perú, donde hacía crítica de costumbres, lo que le granjea algunas enemistades. Después de su matrimonio con Manuela Enríquez, viaja una vez más a Europa y al retornar, en 1866, participa en el combate del 2 de Mayo y al año siguiente es elegido diputado al congreso constituyente.Muere el 14 de mayo de 1869 en el pueblo de San Mateo, cuando se dirigía a la sierra, quizás a causa de la fiebre amarilla que había adquirido mientras colaboraba con la Cruz Roja en la campaña de erradicación de esta enfermedad.Francisco Laso es considerado un precursor del indigenismo, corriente que se desarrollará recién cincuenta años después de su muerte.Otras de sus obras destacadas son el Retrato de Doña Manuela Enríquez de Laso, Caballero español, La lavandera, Santa Rosa de Lima y Retrato de un desconocido.
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